lunes, 5 de octubre de 2015

Siempre pensamos que lo más efectivo para evitar el deterioro de una línea abandonada es utilizar la infraestructura existente, y de forma concreta: la utilización de zorras "es lo más cercano a un tren", salvando las obvias diferencias. Hacer rodar sobre rieles llantas metálicas es lo más cercano a recuperar la operatividad de un ferrocarril.